FARMACOVIGILANCIA



De acuerdo con la definición establecida por la Organización Mundial de La Salud (OMS) en el año
2002, la Farmacovigilancia (ó Vigilancia de Medicamentos) es la ciencia que trata de recoger, vigilar,
investigar y evaluar la información sobre los efectos de los medicamentos, productos biológicos,
plantas medicinales y medicinas tradicionales, con el objetivo de identificar información de nuevas
reacciones adversas, conocer su frecuencia y prevenir los daños en los pacientes.

ANTECEDENTES
La llamada explosión farmacológica después de la segunda guerra mundial permitió grandes avances
en el tratamiento de enfermedades que antes conducían rápida e inevitablemente a la muerte o a
una grave incapacidad.
Este progreso se ha acompañado de accidentes como la focomelia atribuida a talidomida, desde
entonces la preocupación por la seguridad de los medicamentos ha contribuido a desarrollar métodos
para la evaluación de los beneficios y los riesgos potenciales de cualquier intervención terapéutica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Organismos Sanitarios relacionados a los
medicamentos, se han encargado de organizar sistemas que faciliten la pronta detección de las
reacciones adversas provocadas por los medicamentos, con el fin de limitar en lo posible los riesgos
en las personas que los utilizan.
La información sobre las Reacciones Adversas puede generarse por notificación voluntaria de los
médicos en el ejercicio privado o público en la consulta externa u hospitalaria, en centros
previamente designados o por aplicación de técnicas epidemiológicas que permitan obtener
información sistemática de diversas fuentes.

En algunos países del mundo existe Farmacovigilancia como tal, utilizando información generada por
Centros de Farmacovigilancia, en otros, la meta es llegar a establecer Sistemas Nacionales de
Farmacovigilancia que les permita:
1) Evaluar la información recibida mediante las notificaciones.
2) Tomar decisiones y/o acciones para evitar mayores riesgos a la salud derivados del uso de los
medicamentos.
El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los
medicamentos que se comercializan en el país y de establecer normas para reglamentar no
solamente la comercialización, sino también la utilización en pro de la defensa de la salud de los
consumidores.